Durante la semana 5 se entregó el primer promedio. Tuvimos una evaluación con tres ejercicios.
El primero fue una calculadora, a la que le agregamos más funciones y la rediseñamos según el modelo que mostró el profesor en clase. Este ejercicio fue bastante sencillo y lo terminé en menos de cinco minutos.
El segundo fue un juego de preguntas. Tampoco me pareció difícil, aunque me tomó más tiempo del esperado porque, por casualidad, había cambiado unas configuraciones y la app no funcionaba bien. Por suerte, logré corregirlo y todo volvió a andar normal.
Para el tercer ejercicio teníamos dos opciones: hacer un dado (generar números aleatorios) o un temporizador tipo Pomodoro. Me decidí por la primera opción, aunque no tenía muy claro cómo hacerlo. Logré avanzar el primer paso rápido, en menos de cinco minutos, pero después me quedé sin ideas y no lograba avanzar. Estuve buen rato intentando hacerlo sin éxito, hasta que me frustré y decidí cambiar a la segunda opción. El Pomodoro me tomó unos cinco minutos, aunque tuve que ajustar unas piezas porque otra vez había desconfigurado algo sin querer.
A pesar de los contratiempos, pude completar todos los ejercicios. La verdad es que fue una montaña rusa de emociones jajajaja, pero me quedo con la experiencia de que aunque algo no salga al primer intento, siempre se puede buscar otra forma. Y sí, me reí un poco de mí misma en el proceso, pero aprendí un montón.