Para esta semana, el profesor nos dejó unos ejercicios como retroalimentación de la clase virtual del viernes, para que luego podamos hacer nuestra práctica grupal. Nosotras estábamos tranquilas porque todos los ejercicios los estábamos resolviendo bien, sin problemas.
Pero todo cambió cuando el profesor dijo que la práctica consistiría en distintos problemas para cada grupo, y que el nivel de dificultad dependería del número que nos tocara (de menor a mayor, más complicado). ¡Ahí fue cuando empezamos a sudar frío! 😨 Cuando el profe empezó a girar la ruleta, nuestras almas salieron del cuerpo por unos segundos… ¡y nos tocó un número intermedio!
Al principio no teníamos ni idea de cómo lo íbamos a hacer 😅, pero luego de leer y releer el problema varias veces, empezamos a entender qué componentes necesitábamos para armar el circuito: 1 protoboard, 4 resistencias, 4 botones, jumpers y lo más importante... ¡el motor de vibración!
Para armar la primera parte, nos guiamos de unos ejercicios anteriores; para la segunda, seguimos los que hicimos en clase. Cuando ya unimos todo, parecía que funcionaba... pero ¡sorpresa! Solo funcionaban 2 botones y los otros dos, nada de nada 😩.
Entramos en modo pánico total, estrés, ansiedad, desesperación y todo lo demás 💀. Revisamos todo mil veces, hicimos correcciones, cambiamos cables, nos aseguramos de que todo estuviera bien conectado… pero esos dos botones seguían sin dar señales de vida. Hasta que, después de tanto intentar, nos dimos cuenta de que ¡los botones estaban malogrados! 😤 Los cambiamos y… ¡milagro! ¡TODO funcionó! ¡Gracias a Dios! ¡AJAJAJAJAJAJAJAJA! 😭😂😂😂