Esta semana, como inicio del curso, el profe nos propuso una dinámica: teníamos que dibujar algo que todos entendamos para librarnos de tarea. Usamos una plataforma donde cada uno pintaba 3 cuadrículas sin saber qué saldría. Al comienzo nadie tenía idea de qué estábamos haciendo, pero igual tratamos de acoplarnos. Al final, aunque el dibujo era confuso, todos logramos describirlo… ¡y no hubo tarea! YEHHHHH 🙌
Después de esa actividad, vino la verdadera sorpresa: el profe nos puso a trabajar en parejas para crear circuitos… ¡pero esta vez usando programación! WHATTTT 😱. Con mi compañera nos miramos tipo “¿cómo vamos a programar si ni idea tenemos?”. Estábamos un poco asustadas, pero ahí el profe nos dijo que íbamos a contar con la ayuda de nuestro gran amigo: ¡ChatGPT! Una bendición total jajajaja.
Aunque al principio todo sonaba complicado, nos dimos cuenta de que no era tan difícil con la guía adecuada. Lo importante era saber explicarle bien a ChatGPT lo que queríamos hacer para que nos devolviera un código funcional. Aprendimos que no se trata solo de copiar y pegar, sino de entender lo que estás armando y ajustar cosas según lo que necesitas. Fue retador, pero divertido. Al final, logramos que nuestro circuito funcione, y la emoción fue real. Definitivamente, una forma distinta y más llevadera de entrar al mundo de la programación.